

Escribir tu Trabajo de Fin de Grado a menudo parece ser una tarea temida entre los estudiantes. Y no es para menos: una investigación que aborde una temática original y relevante, desarrollada de acuerdo a la metodología científica adecuada y con unos plazos establecidos puede resultar abrumador.
Sin embargo, el trabajo es una magnífica oportunidad para aplicar la sabiduría que los profesores han compartido en las clases.
1. Elige un tema
¡Es hora de elegir el tema! Llegas al final de tu grado, una oportunidad de demostrar tu destreza educativa en ese gran proyecto final de carrera.
Hay muchas cosas a tener en cuenta al elegir el tema de tu proyecto, sin embargo, en su esencia, no es más que una simple pregunta que invita a la reflexión.
Considera la elección en base a tus fortalezas, piensa en qué eres particularmente bueno
y cuáles son tus intereses que se puedan aplicar a un proyecto de investigación. Procura delimitar tu tema lo máximo posible para no perderte en un sinfín de líneas de investigación.
2. Prepara un esquema o diagrama de tus ideas
Para escribir un PFG exitoso debes organizar tus pensamientos. Utiliza un esquema o diagrama para anotar tus ideas y organizarlas.
Dotar de estructura a lo que ya tienes en la cabeza poniéndolo en papel es el primer paso para ver con claridad las conexiones y vínculos entre las ideas. Asegúrate de enumerar tus ideas principales y sigue con las ideas más pequeñas que se relacionen con cada idea principal. El objetivo es ver mejor las conexiones y ayudarte a escribir un trabajo más organizado.
Además, llevar un registro de los logros ayuda a sentirse menos abrumado.
3. Planifica un horario y cúmplelo
La autodisciplina es fundamental para cumplir con tu proyecto.
Aprender a ser autodisciplinado requiere una transformación en muchas de tus rutinas y hábitos. Así que apégate a la rutina: una vez que hayas creado un horario, lo más probable es que investigues a las mismas horas todos los días. Si mantienes el objetivo final a la vista estarás un paso más cerca de terminar tu proyecto.
4. Reúnete con tu tutor de proyecto
Ten presente que no existe el tutor ideal, sino el adecuado según tus objetivos y forma de trabajar.
El tutor es el encargado de velar por el progreso de tu PFG. Su figura es esencial para ayudar al estudiante en la elección del tema, plantear un programa de investigación coherente con objetivos asumibles. Entre sus tareas está la de colaborar para que adquieras las facultades en la investigación, aportar los contactos profesionales para el proyecto, y la monitorización del progreso general del PFG.
5. Visita más la biblioteca y menos Google
Con la revolución digital ha cambiado la relación entre el investigador actual y la biblioteca. La visita para la fase de búsqueda y fuentes de lectura ha dejado de ser para muchos física y se ha pasado al campo de lo virtual. Pero en la investigación, la búsqueda en Google no es acertada, al menos que sea Google Académico, el buscador especializado en literatura científica.
Las bibliotecas, conscientes de la situación, trabajan en poner a disposición servicios como espacios diferenciados a investigadores aportando valor a los investigadores con el acceso inmediato a contenidos de calidad.
6. Adiós hoja en blanco: comienza a escribir
Ya tienes el tema, has clasificado las ideas en categorías relevantes, tienes dónde buscar información de calidad: ahora llega el turno de abandonar la hoja en blanco y redactar tu declaración de PFG en el que indicarás al lector el sentido de tu proyecto. La intención es incluir dos partes: una primera donde estableces el tema y la segunda aparte donde estableces el punto de trabajo.
¿Estás listo para escribir una PFG?
Esperamos que estos consejos te animen a iniciar tu primera contribución sustancial a la investigación en tu campo.
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