Muchas veces nos vemos superados por las cosas que nos pasan. Ya sean problemas familiares, de pareja, con los amigos, con el trabajo… sentimos que nosotros solos no somos capaces de todo. Y aquí empiezan lo peor. Cuando intentamos asumir más carga sobre nuestra espalda de la que somos capaces, esto empieza a afectar a todos los planos de nuestra vida.
Por ello, muchas veces hay que pedir ayuda, y por bienintencionados que estén nuestros amigos o nuestros familiares, a veces lo que necesitamos es ayuda de un profesional. Hay muchas cosas que se pueden ver afectadas cuando «no estamos bien», y una de las primeras es nuestro trabajo. La falta de motivación y de ganas puede hacer que nuestro rendimiento caiga en picado y no seamos capaces de todo.
Por ello, en estos casos es esencial el papel de un psicólogo. Dice Laura Pineda, experta en psicología en Grupo Virtus, que «El bienestar emocional de las personas tiene relación directa e indirecta con la probabilidad de conseguir las metas y objetivos planteados». Por ello, el primer paso para mejorar nuestra productividad es aprender a manejar nuestros sentimientos, y están en paz con nosotros mismos y las cosas que nos rodean.
Los cuatro pilares del rendimiento
Partiendo de este bienestar emocional de base, la psicóloga habla de cuatro grandes pilares a trabajar, tanto de manera individual como en grupo, para poder tener un buen rendimiento en el trabajo, o en el resto de actividades de nuestra vida, como pueden ser proyectos personales. «La motivación suele ser la primera idea que nos viene a la cabeza cuando hablamos de psicología y rendimiento, pero la realidad es que son muchas las variables que se pueden abordar», dice la profesional.
En primer lugar, habla sobre la importancia de tener un buen manejo del estrés y una buena capacidad de gestión del tiempo. Afirma que, debido a la incorporación del teletrabajo a nuestras vidas, ambos factores son esenciales. «Es una creencia bastante extendida el hecho de que el estrés nos ayuda a mejorar y motivarnos para llevar a cabo nuestras tareas diarias. Pero la realidad es diferente. Sabemos que el estrés mantenido en el tiempo provoca daños tanto a nivel psicológico, físico y social en las personas que lo sufren», advierte Laura Pineda. Por ello, reincide en la esencialidad de poder ser capaces de gestionarlo correctamente y no dejarnos «atrapar» por el agobio.
Por otro lado, apunta la importancia de ser capaces de comunicarnos correctamente con los demás, factor fundamental en el ámbito laboral. «Para ello, desde la psicología se trabaja en el entrenamiento de habilidades sociales, así como de comunicación asertiva para minimizar los conflictos», dice.
La importancia de la motivación
Aunque esto no trate solo de motivación, por supuesto que cumple un papel importante. Los consejos de la psicóloga, de manera breve, se centrarían en aquello de «no abarcar de más». «Nuestros objetivos han de ser realistas, además de centrarse en aquellas cosas que la persona pueda controlar», indica Laura Pineda.
Por último, menciona la importancia de trabajar el liderazgo. Centrado en el ámbito laboral, explica que «aprender habilidades para la resolución de problemas y formar líderes que tengan en cuenta las necesidades específicas de cada momento y de los recursos humanos que gestionan», hará que el rendimiento de todo el mundo aumente de manera significativa.
Trabajar estos cuatro puntos, ya sea de manera individual o desde un punto de vista más colectivo, dentro de una propia empresa, es el camino no solo para mejorar el rendimiento en el trabajo, sino para alcanzar un mayor bienestar general.